DANA

El pasado 29 de octubre, nuestras instalaciones ubicadas en Paiporta fueron gravemente afectadas por la DANA, una de las peores tormentas que hemos enfrentado. En cuestión de horas, el agua invadió nuestras oficinas y nuestro almacén, causando daños irreparables. Lo que antes era un espacio lleno de vida y actividad, donde dábamos forma a nuestro esfuerzo diario, quedó reducido a un escenario de destrucción que jamás hubiéramos imaginado.

En esa nave se encontraban nuestras oficinas, donde gestionábamos cada detalle de vuestro servicio, y nuestro almacén, un lugar esencial en el que preparábamos vuestros pedidos con dedicación y cariño. Durante años, ese espacio fue el corazón de nuestro negocio, donde cada caja que salía representaba nuestra pasión por ofrecer lo mejor. Ahora, ese corazón late más despacio, pero seguimos trabajando para recuperarlo.

Gran parte del stock que teníamos almacenado estaba destinado al verano, principalmente yute, nuestro producto estrella. Este material, fabricado artesanalmente en Caravaca de la Cruz por manos expertas, no solo es el reflejo de nuestra apuesta por la tradición y la calidad, sino también una fuente de empleo local. Verlo perdido ha sido un duro golpe, pero seguimos comprometidos a recuperar lo que esta tragedia nos arrebató.

Hemos tomado la decisión de ceder nuestra nave hasta que podamos volver a utilizarla, dándole una nueva función llena de esperanza y solidaridad. Ahora será el punto central para recibir y gestionar donaciones destinadas a los damnificados por la DANA. Un grupo de voluntarios incansables se ha hecho cargo de esta labor, trabajando día y noche para ayudar a quienes más lo necesitan. Gracias a su esfuerzo y a la voluntad de tantas personas solidarias, nuestra nave ha sido rebautizada como “La Nave de la Esperanza,” un nombre que simboliza el compromiso y la unión en tiempos difíciles.